Bélgica es una tierra de tradición cervecera. Esta está anclada en la historia desde hace varios siglos y forma parte del arte de vivir en nuestras regiones.
Su reputación supera ampliamente nuestras fronteras. La cultura de la cerveza en Bélgica fue proclamada además Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2016.
Valonia es una región excelente en materia de producción de cervezas. Sus diversidades, pero también sus variedades de sabores son las principales características. Hay más de 500 cervezas distintas y para todos los gustos: rubias, negras, ámbar, afrutadas, especiadas, stout o cervezas de temporada… sin olvidar las célebres cervezas trapenses.
El mapa, en el folleto en inglés más abajo, retoma las cervecerías que proponen una visita de su establecimiento. Tanto si se trata de una microcervecería como de una empresa de gran tamaño, encontrarás maestros cerveceros apasionados que producen en el lugar sus diferentes variedades de cervezas siguiendo recetas tradicionales o inventivas. Un conocimiento reconocido y muy apreciado.
La mayoría de las cervecerías disponen de un mostrador de venta en el que podrás conseguir cervezas que degustarás con placer y moderación cuando regreses a tu casa, en familia o entre amigos.
Entonces no esperes más y prepara tus próximas visitas de las cervecerías de Valonia.
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Las principales variedades de cervezas de Valonia
La cerveza blanca es una cerveza rubia a la que se le agrega una buena proporción de trigo. Este cereal hace que su color sea blanco y lechoso. La turbación proviene de que la cerveza no está filtrada. Encontramos frecuentemente notas de panadería al igual que cítricos frescos como el limón.
La cerveza rubia es una cerveza elaborada a base de maltas claras. Puede estar más o menos fuerte dependiendo de la cantidad de materias primas. Muchas veces es de color amarillo dorado y tiene aromas de cítricos, de flores blancas o de levadura.
La cerveza negra es una cerveza para la que el maestro cervecero ha utilizado maltas tostadas y, a veces, ha añadido caramelo. Esto le da un color oscuro y tiene aromas de cacao o de chocolate, frutas rojas así como especies.
La cerveza ámbar es un punto intermedio entre la rubia/la ámbar. El uso de maltas tostadas es muy ligero. Su color es naranja ámbar y puede tener aromas de caramelo al tiempo que conserva varias notas florales y afrutadas.
La cerveza stout es una cerveza negra para la que el uso de las maltas tostadas se lleva hasta el extremo. Su color es negro y desprende aromas de café tostado y de chocolate negro.
Las cervezas afrutadas son cervezas rubias/ámbar/negras/blancas a las que el maestro cervecero ha añadido o bien frutas o bien aromas de frutas. A menudo se edulcoran para adaptarse al gusto del consumidor.
La cerveza de temporada es una cerveza rubia, ligera y más bien con lúpulo. Históricamente esta cerveza se elaboraba durante los meses de invierno con el fin de que los trabajadores temporales la bebieran en verano.
La cerveza especiada tiene una tasa de alcohol elevada y una fuerte dosis de especias. Puede ser rubia, ámbar o negra. Por ejemplo, la cerveza de Navidad destinada a beberse durante los meses de invierno.
Las cervezas trapenses o trapistas de Valonia, con el sabor muy característico, se elaboran todavía de manera tradicional en el seno de las abadías cistercienses, bajo el control de la comunidad trapense. Su gusto varía dependiendo de la marca. Solo existen doce cervezas trapenses en el mundo de las que tres se elaboran en Valonia: Chimay, Orval y Rochefort. Si bien las cervecerías de estas abadías no se pueden visitar, la Abadía de Orval y el Espacio Chimay proponen una exposición didáctica así como una degustación en el lugar. La trapense de Rochefort se degusta en los establecimientos de la ciudad, en las proximidades de la Abadía.